Las propiedades acústicas de una sandía en su punto

Muchos de nuestros clientes son ingenieros. En su tiempo libre, a veces exploran aplicaciones sorprendentes.

A medida que las sandías maduran, su frecuencia natural disminuye, al igual que la amortiguación. Cuando una sandía está demasiado madura, la amortiguación aumenta fuertemente; si se le da una palmada, se escucha un ruido sordo.

En general, lo interesante es elegir sandías que emitan un sonido hueco y sonoro cuando le damos unas palmadas. Pero, cuidado, tampoco es bueno que el sonido sea extremadamente hueco, porque eso indica que la sandía está a punto de pasarse. Si se escucha un ruido sordo, la sandía está pasadísima.

Se han utilizado productos de Brüel & Kjaer para hacer mediciones con coches clásicos y tractores pesados, para afinar pianos, para estudiar el sonido de las guitarras y para mejorar la acústica de iglesias y salas de conciertos.

Sin embargo, una de nuestras aplicaciones favoritas —y también una de las más bizarras— ha sido la de medir las propiedades acústicas de las sandías.

En busca de ese sonido hueco

Cuando Alex Reinhart iba al instituto, ya se había fijado en que su madre, cada vez que quería comprar una sandía en el supermercado, la cogía, le daba unas palmadas enérgicas y escuchaba el sonido, tratando de determinar si estaba o no madura.

Tenía curiosidad por saber si aquel ritual tenía alguna base científica. Además, necesitaba un proyecto para la feria de ciencias del instituto, de modo que desarrolló un ensayo utilizando un acelerómetro y un analizador para determinar la correlación entre la respuesta acústica de la sandía y su punto de maduración.

"A los ingenieros les encanta resolver problemas. Y si no tienen un problema a mano, se lo inventan".

Scott Adams, dibujante estadounidense

Con ocho sandías, una llave inglesa y un acelerómetro, Alex se puso manos a la obra. Golpeó cada sandía diez veces con la llave inglesa para generar un impacto y utilizó el acelerómetro para medir
la frecuencia natural, el tiempo de reverberación y espectro de 1/3 de octava de cada impacto.

A continuación, Alex comparó sus resultados con la evaluación subjetiva de veinte catadores voluntarios (sus invitados) que puntuaron las sandías en una escala de 1 a 5 (donde 5 era lo mejor), teniendo en cuenta lo jugosas, dulces y maduras que estaban.

Los resultados mostraron que el mejor parámetro predictivo del punto de maduración era la frecuencia natural normalizada con el diámetro de la sandía. Alex hizo una correlación entre los resultados de su ensayo y la puntuación subjetiva, y obtuvo un valor del 71%. Su madre, que hizo las veces de probador humano, se quedó ligeramente por debajo con un 67%.

Fruta que cruje

Propiedades acústicas de la fruta

Si hablamos de fruta que cruje, no hay nadie que supere al neozelandés Arthur Green y su manzana SweeTango™ cultivada en Hawke's Bay, Nueva Zelanda, por The Yummy Fruit Company.

Arthur Green ha grabado el crujido más sonoro que se conoce de una manzana al morderla, y eso le valió la gloria de un récord Guinness.

El escenario de la hazaña fueron los estudios Roundhead de Auckland, donde un ingeniero de sonido certificado registró un extraordinario valor de 79,1 dB(C), con la ayuda de un analizador portátil Brüel & Kjaer Modelo 2250. Un resultado sorprendente, sobre todo si lo comparamos con el ruido medio de un entorno de oficina, que no pasa de 60 dB(C).

A lo mejor, la próxima vez que nos apetezca una pieza de fruta en el trabajo deberíamos llevarnos un plátano, para no ser demasiado escandalosos.